Prueba Evau Lengua y Literatura


Pregunta 3. Texto argumentativo

 

                                     

 

    Elabore un texto argumentativo a favor o en contra de alguna cuestión planteada en el texto. (1,5 puntos).

 

    Indicaciones de la Comisión de Lengua y Literatura:

 

    "La respuesta a la pregunta 3 tiene que ser suficientemente extensa y en ella el estudiante debe sostener su opinión o contrastar dos opiniones con varios argumentos redactados en un lenguaje formal que huya de coloquialismos".

    "El alumno debe mostrar su madurez intelectual, su capacidad de reflexión, su facultad para exponer clara y ordenadamente sus ideas, así como su destreza en laargumentación. Es imprescindible que el alumno se exprese de forma personal y no conteste con fórmulas estereotipadas, que exponga sus ideas con coherencia, con rigor y con una expresión correcta. Es importante que construya un texto de naturaleza argumentativa, donde se observe claramente cuál es su posición y los argumentos que la justifican. Se admitirán distintos tipos de estructuras argumentativas, siempre que sean coherentes".

 

    Ejemplo:

 

    Texto:

 

    "En el año 1709, en el palacio romano del cardenalOttoboni, tuvo lugar un singular torneo musical entre Georg Friedrich Haendel y Domenico Scarlatti. Ambos tenían la misma edad, veinticuatro años, pero ya eran maestros en su arte. Y solo contaban para su cotejo con dos armas incruentas: un clave y un órgano. El sajón era cosmopolita; el latino, exuberante y mediterráneo. Aunque se mantuvieron magníficamente parejos durante largo tiempo, parece que finalmente el órgano inclinó la balanza a favor de Haendel. Luego cada cual siguió su camino, peroesta rivalidad nunca enturbió la recíproca admiraciónque los dos artistas se profesaron. Casi medio siglo después, ya al final de su vida, el viejo Scarlatti siempre se santiguaba al oír mencionar el nombre de Haendel: en señal de respeto.

    Me conmueve mucho esta anécdota dieciochesca (cuya noticia debo a Stefano Russomanno, enel número 109 de la revista discográfica Diverdi). Primero, porque en estos tiempos en que se llama "competitividad” al intento feroz de eliminar al adversario, o sea, de suprimir la competencia, nos recuerda que la verdadera emulación engrandece al rival y quiere mantenerlo como refrendo de la excelencia. Y en segundo (pero principal) lugar, porque se refiere a la más hermosa disposición que suscita el arte, la capacidad de admirar. Quien no la conoce, aunque parezca ser un gran artista, carece de un registro esencial de la sensibilidad que produceel arte y a la que el arte interpela. Desconfío hondamente de la aparente superioridad de los perpetuos desdeñosos, de la insobornable “objetividad” de los cicateros profesionales y de los desmitificador es del mérito ajeno que siempre se las arreglan para barrer la fama hacia casa. Creo que admiramos con lo de admirable que hay en nosotros y nunca he tropezado con nadie verdaderamente admirable que no supiese también ser sinceramente admirador".

                                                                                            Fernando Savater, Mira por dónde, 2003.
 

        Respuesta:

 

        El primero de la fila, el que saca mejores notas, el que sabe más idiomas y tiene mejor formación, el que ha viajado más, tiene el teléfono más moderno y la ropa más cara,... vivimos en una sociedad en la que constantemente nos estamos midiendo con otros y en todo tipo de varas.El intentar parecerse a un modelo al que se admira es legítimo y hasta saludable por lo que tiene de auto superación, de estar contento con los logros de uno mismo. El problema reside en que, hoy en día, la competitividad se ha convertido en reclamo comercial para llenarnos la vida de objetos y crearnos necesidades inútiles... que podemos pagar en cómodos plazos. ¿Un ejemplo? La burbuja inmobiliaria fue inflada por usureros sin escrúpulos que estafaron a analfabetos financieros incapaces de calibrar si podrían ó no pagar el crédito que les daba el banco, ocupados como estaban en pasar pronto del pisito al chalé. Si a eso unimos el carácter hedonista de la sociedad de consumo que deriva en la tolerancia cero a la frustración, tenemos una masa inconformista (materialmente hablando) e hiperconsumista.

 

        Y en lo laboral, tres cuartos de lo mismo. Nos suenan expresiones como “el trepa” ó “la cultura del pelotazo”, es decir, el crecer mucho y pronto dejándose los escrúpulos y la ética en el cajón de la mesilla. Esa competitividad es injusta e injustificable y provoca insomnio cuando los remordimientos abren la mesilla de noche. Ése es el carácter competitivo que nos gastábamos...hasta que llegó la crisis que nos dejó sin empleo y sin casa. Y entonces, surgió el ciudadano, el familiar, el amigo, el vecino,... para echarnos una mano. Y  parece que la competitividad está pasando de moda y ahora lo que se lleva es la cooperación y la auto superación. Crecer día a día, sí, pero sabiendo que, a veces, por mucho que uno se esfuerce, las cosas vienen mal dadas y que la felicidad en esta vida no la da el último grito tecnológico y material, sino los amigos, la familia, el vecino,... el ciudadano honesto.

 

    Enlaces útiles:

 

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